Lo que Crees Importa

¿Cómo reaccionarías si hoy te despiden del trabajo? ¿O si te estafan un dinero que invertiste? ¿Cuál es tu actitud cuando las cosas no salen bien? Probablemente nos estamos enfrentando a la realidad de que el año prácticamente se acabó y, a lo mejor, no hemos logrado los resultados deseados. Nos estamos chocando de frente con la frustración de las metas no cumplidas. Probablemente estás encarando una etapa difícil y de incertidumbre. En nuestro país, estamos por encarar un año electoral con la economía en crisis y sin miras a que esto mejore. ¿Cómo estás enfrentando esta realidad?

Ya sea que encares los problemas enojándote, frustrándote, entristeciéndote o con confianza, esa reacción tiene que ver con lo que crees. La realidad es que todos nosotros tenemos una creencia acerca de la vida. Todos hemos respondido, consciente o inconscientemente, a las preguntas: ¿Para qué estás viviendo? y ¿Qué evidencia tienes de que eso es verdad?

Dado el panorama de la realidad que nos toca enfrentar, es imperativo que empecemos a examinar aquello que nos motiva a caminar. Es urgente que nos tomemos el tiempo de pensar acerca de lo que crees. Cada acción o reacción a la vida está motivada por un sistema de creencias que determina tu futuro.

Déjame compartirte cuáles son los 3 tipos de creencias más comunes y sus resultados al enfrentar problemas:

1. Sistema de creencias basado en el logro y los resultados

  • Creencia: «Mi valor está determinado por lo que logro o los resultados que obtengo.»
  • Resultado: Este sistema puede llevar a la frustración, el estrés o incluso a la desesperanza cuando los resultados no coinciden con las expectativas. Las personas pueden volverse demasiado críticas consigo mismas o con otros, priorizando el éxito por encima de su bienestar emocional y relacional.

2. Sistema de creencias basado en la autosuficiencia

  • Creencia: «Yo soy responsable de todo lo que sucede en mi vida; si no lo hago yo, nadie lo hará.»
  • Resultado: Este sistema puede derivar en agotamiento, aislamiento o sobrecarga, ya que las personas pueden asumir más de lo que pueden manejar y evitar pedir ayuda. Aunque puede generar una apariencia de independencia, también puede resultar en relaciones frágiles y una falta de apoyo emocional.

3. Sistema de creencias basado en la aprobación de otros

  • Creencia: «Mi valor depende de lo que otros piensen de mí y de cómo me perciban.»
  • Resultado: Este sistema puede llevar a comportamientos que buscan constantemente complacer a los demás, incluso a costa de los propios valores o bienestar. Las personas pueden experimentar ansiedad, inseguridad y un sentido fluctuante de autoestima, dependiendo de la validación externa que reciban. Si no se sienten aprobados, pueden caer en la auto-duda o sentirse rechazados.

Si te identificas con alguno de estos resultados, te animo a profundizar tu sistema de creencias. Toma tiempo para evaluar tus reacciones y responder a las preguntas: ¿Para qué estás viviendo? y ¿Qué evidencia tienes de que eso es verdad? Sé intencional en llegar a lo más profundo de tus motivaciones. Antes de planear tu año, toma tiempo para alinear tu sistema de creencias y así poder encarar lo que se viene con resiliencia.

4. Sistema de creencias basado en una relación con Dios

  • Creencia: «Mi vida tiene propósito porque fue creada por Dios; mi confianza está en Su soberanía y Su plan para mí.»
  • Resultado: Este sistema tiende a generar paz y resiliencia en momentos de incertidumbre, ya que las personas que lo adoptan ven los desafíos como oportunidades para crecer en fe y carácter. Además, fomenta una visión de esperanza, gratitud y servicio hacia los demás, en lugar de enfocarse únicamente en los resultados o en el control personal.

Es mi mayor deseo que esta semana la podamos encarar desde la reflexión y desde la comprensión de que aquello en lo que crees importa y hace la diferencia.

¡Que sea una semana a mil!

Tito A